La lapa verde, Ara ambigua, es el segundo Psitácido más grande del nuevo mundo, tiene una distribución limitada en tierras bajas húmedas, principalmente del lado del Atlántico en bosques entre el este de Honduras y el norte de Colombia, con una población aislada de menos de dos docenas de individuos cerca de Guayaquil, Ecuador (Waugh, 1995). Debido a su limitado y restringido rango (Figura 1) esta especie está en la lista del Apéndice I (Lista roja) de la Convención Internacional para el Comercio Internacional de Especies en Riesgo (CITES; por sus siglas en inglés - Convention on International Trade of Endangered Species).
La distribución restringida de la lapa verde, en combinación con su dependencia a un complejo arreglo de recursos alimenticios dispersos en una extensa área, implica que protegiendo su hábitat y recursos, se beneficiará a una multitud de otras especies de los bosques húmedos de tierras bajas de las cuales se conoce muy poco. La capacidad de la lapa verde de ejercer el efecto sombrilla para la flora y la fauna del hábitat que ocupa, hace que estudiarla sea de importancia crítica para establecer prioridades de conservación.
Al principio de este estudio, sin embargo, poco se sabía acerca de la ecología de la lapa verde. Entonces se pensaba que migraban estacionalmente y utilizaban una variedad de hábitats en diferentes altitudes, su nido no estaba descrito por los científicos y su principal hábitat y fuentes de alimento estaban escasamente identificadas (Stiles y Skutch, 1989; Martínez - Sánchez, 1991; Thorn, 1991). El objetivo de este estudio, por lo tanto, fue recopilar información básica sobre el hábitat de las lapas y sus requerimientos espaciales, con el fin de establecer prioridades para la conservación de hábitat suficiente que sustente a una población viable de lapa verde en los bosques húmedos de tierras bajas en Costa Rica.